Un polvo mañanero en la cocina para empezar bien el día

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Descripción

Despertarme con la polla dura y encontrarme a mi novia en bragas en la cocina fue una combinación explosiva. Lo único que quería al abrir los ojos era un rico coño como el de mi novia para penetrar y taladrar hasta correrme. Apenas la vi, empecé a tocarle el culo, le levanté la camisa, hice sus bragas a un lado y me puse a comerle el culo. Así logré ponerla tan cachonda como yo, así que cuando la penetré, su tierno chochito depilado ya estaba completamente húmedo. Tan calientes estábamos los dos que acabamos follando de pie. No queríamos perder el tiempo y solo estábamos deseando corrernos lo antes posible para empezar el día bien relajados.