Se le pasó la borrachera cuando empezamos a hacer el trío

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Descripción

Después de la fiesta, a mi marido lo quería matar. Estábamos pasándolo mejor que nunca y nos habíamos ligado a una hermosa guarrilla para hacer un trío esa misma noche. Por fin iba a cumplir mi mayor fantasía y el cabrón estaba tan borracho que no podía mantenerse en pie. ¡Si llegábamos a tener que suspender el plan juro que lo mataba! Por suerte la tía me ayudó a llevarlo a casa y, para reanimarlo, nos pusimos a comerle la polla entre las dos. Así fue como se le pasó el pedo de repente y se transformó en un toro semental insaciable. Mi marido nos folló a las dos, por el coño y por el culo. La tía y yo, mientras tanto, disfrutábamos chupándonos las tetas y los coños como dos lesbianas.