Llevé a mi novia a comer pollas al glory hole

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Descripción

Hasta ese día, mi novia creía que los glory holes eran un mito. Había visto algunos videos de zorras mamando pollas y follando a través de agujeros en la pared, pero estaba convencida de que esos sitios pertenecían al mundo de las fantasías. Por eso, cuando la llevé a este glory hole, quedó fascinada. Ya habíamos hablado del asunto y me había confesado lo mucho que le excitaría chupar pollas y dejarse follar sin que le vieran el rostro, así que apenas entramos se desnudó y se puso a mamar un rico rabo. La guarra se excitó tanto sintiéndose tan puta que me pidió que mientras tanto me la follara y acabamos dejando entrar al chaval a nuestra cabina para que mi novia nos mamara la polla de dos en dos.