La secretaria sumisa se enamora del cerdo del jefe
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Descripción
Una falta de ortografía sirvió para que el jefe le enseñara su verdadera cara a la secretaria y la pusiera a prueba. Ese día, como castigo, la hizo inclinarse sobre la mesa, le levantó la falda y le bajó las bragas, dejando su culo y su coño totalmente expuestos para avergonzarla. Si la morena se hubiese resistido, él seguramente se hubiera detenido. Sin embargo, se comportó como toda una sumisa y eso provocó que el muy cerdo se animara a penetrarla y follársela. Desde entonces, la castiga por cualquier cosa haciéndola desnudarse, follándosela u obligándola a comerle la polla. Lo peor de todo es que la secretaria se excita mucho con el rol que el jefe le hace cumplir, a tal punto que ya está empezando a enamorarse.