La follada fue más un premio que un castigo para esta ladrona

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Descripción

Esta jovencita morena no tenía muy claro su destino hasta que el guardia de seguridad la llevó al cuarto y le ordenó que se desnudara. Tímidamente, empezó a quitarse la ropa hasta quedarse con las braguitas puestas, pero eso no conformó al chaval. El tío la obligó a quitárselas, forzándola a enseñar su tierno y pequeño chochito peludo. Acto seguido, sacó la polla y le ordenó que se la mamara, ante lo cual la jovencita obedeció deseando que le pidiera algo más. Es que es tan puta y morbosa que tener que follarse al guardia lo consideraba un premio, así que mientras regresaba a su casa después de que se la follara, pensaba en volver a robar a la semana siguiente.