El vecino de Brylee Remington soñaba con su culo y sus tetas

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Descripción

El vecino de Brylee Remington no paraba de soñar todas las noches con el culazo y las tetas enormes de la morena. Estaba enloquecido, y cada vez que se la encontraba en la calle o en el ascensor, necesariamente tenía que hacerse una paja al entrar en su casa. Era tan obvio que Brylee se dio cuenta enseguida, así que un día que la morena estaba cachonda, fue a su casa a por un poco de azúcar, solo para ver cómo reaccionaba. El chaval se puso a mil por hora, y la zorra de la vecina decidió follárselo. El tío la hizo arrodillarse en una silla y, apoyada contra la mesa y con el culo en pompa, le echó un polvo inolvidable.