Chantajeando a la putita de mi madrastra

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Descripción

Enterarme de que mi madrastra tenía un amante, en vez de amargarme por mi padre me alegró por mí. Estaba ante una oportunidad única de chantajearla y, como consecuencia, de conseguir algún beneficio de eso. Después de pensar con qué podría extorsionarla, se me cruzó por la cabeza la idea de pedirle sexo a cambio de guardar su secreto. En ese momento la polla se me puso tan dura que supe que eso era sin dudas lo que más quería hacer: follármela y grabarla de rodillas, chupándome la polla y mirándome a los ojos. Apenas llegué a casa fui a por ella, le conté que ya estaba enterado de su infidelidad y le ordené que se quitara la camiseta. Sin decir una palabra, diez segundos después ya estaba enseñándome las tetas. El resto de la historia, os la podéis imaginar…